¿CASA DE LA LOCURA?

Solemos pensar que las teorías y las formas artísticas se mantienen en un constante movimiento de competencia y que la lucha entre los paradigmas de la investigación científica y las formas de expresión necesariamente conllevan la disolución del anterior paradigma debido a la imposición hegemónica de una “nueva” manera de investigar y de crear. Pese a todo, esta racionalización del avance cultural no agota todas las dimensiones fluctuantes y plurales del diálogo que es posible sostener entre las manifestaciones artísticas y la teoría, ya que se encuentra atrapada en la dialéctica de lo “viejo” y de lo “nuevo”. Un desplazamiento, por el contrario, permite establecer formas de relación y de lectura que toman elementos de un conjunto teórico o artístico para introducirlos en otra problemática, en principio ajena a sus orígenes y a su campo específico, con la finalidad de explicar fenómenos que el conjunto por sí mismo no alcanza a percibir. En consecuencia, el desplazamiento inaugura una lógica de la experimentación que al prescindir de la ya mencionada dialéctica, introduce la diferencia en el pensamiento; preguntándose qué efectos tiene un procedimiento en la obra u objeto estudiados. El desplazamiento indica la emergencia de una nueva forma de experimentación.


Texto en coautoría con Donovan Hernández publicado en Revista Reflexiones Marginales. Se puede consultar en el enlace: 

https://reflexionesmarginales.com/blog/2014/08/21/casa-de-la-locura/

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