El pasado mes de mayo, en plena cuarentena, comencé a sentir un malestar general, dolor de pecho, brazo izquierdo, mandíbula adolorida. Afortunadamente no me encontraba solo, mi sobrina y su pareja se encargaron de llamar al número de emergencias y de apoyarme en todo lo necesario. La ambulancia llegó acompañada de una patrulla, misma que, por protocolo se encarga de verificar que esta clase de llamadas sean emergencias reales. En un tono bastante petulante y alarmista, el chofer de la ambulancia me dijo: Tú tienes seguro, pero en este momento todos los hospitales del seguro son “COVID”, tú dices si quieres que te llevemos ahí. Aunque conozco un particular muy barato que está atendiendo otro tipo de casos. Uno se siente mal, verdaderamente mal, así que le pedimos que me llevara a donde creyera más conveniente en la situación...
Texto publicado por Revista CanCerbero. Se puede consultar en el enlace:
https://medium.com/cancerbero/inhóspito-presente-b9c4c58a820a