Y LUEGO DE TODO ESTO...

Desde la primera vez que leí La guerra de los mundos, hace ya casi treinta años, al comentarla con amigos, siempre en algún momento alguien terminaba por decirme que el final le había resultado, cuando menos, ridículo. Lo mismo ocurrió luego de ver las dos adaptaciones cinematográficas más conocidas: la dirigida por Byron Haskin en 1953 y la de 2005, realizada por Steven Spielberg. Al parecer la idea de que seres tecnológicamente tan avanzados venidos del planeta vecino fueran derrotados por seres microscópicos es para muchos un absurdo mayúsculo. Y es que, ¿cómo es posible que una especie poderosa cuya existencia está basada en el cálculo y la estrategia militar no haya previsto la existencia de los diminutos enemigos?


Texto publicado en revista Cancerbero. Se puede consultar en el enlace:

https://medium.com/cancerbero/y-luego-de-todo-esto-7abde2ff6b08

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